Maneras nutritivas de comer a medida que envejeces: consejos que puedes analizar con tu médico
Escrito por: Ashley Cummings, escritora colaboradora de contenido B2B
Fecha de publicación: 27 de agosto de 2024
Si te resulta difícil mantener una dieta saludable como adulto mayor, recuerda que hay más gente a tu alrededor. Estadísticas recientes muestran que casi el 10% de los adultos mayores que viven en sus propios hogares no comen lo suficiente y un tercio come demasiado.
Las cifras no son mejores para las personas que están en hogares para ancianos u hospitales. El mismo estudio muestra que más del 50% de estos adultos mayores sufren desnutrición.
No es fácil mantener una dieta saludable, pero es posible. Este artículo abordará algunos de los desafíos que puedes enfrentar como adulto mayor que intenta mantenerse saludable, además de brindarte 6 sugerencias para facilitar las cosas.
Desafíos nutricionales comunes que enfrentan los adultos mayores
Comprender los problemas de nutrición de los adultos mayores es el primer paso para hacer cambios. Cuando identifiques a qué obstáculos te enfrentas, puedes hacer un plan para superarlos.
Estas son algunas razones por las que tú y otros adultos mayores pueden tener dificultades para mantener una buena nutrición:
Entorno
Según los datos más recientes del Censo de EE. UU., un tercio de las personas mayores de 65 años viven solas. Vivir solo y tener problemas para moverse puede afectar significativamente tus hábitos nutricionales.
Si no tienes a alguien que te ayude con las compras del súper, te lleve a restaurantes o te ayude con la preparación de tus alimentos, podrías terminar por saltarte algunas comidas o depender de alimentos precocinados. Muchos de estos alimentos son procesados y menos nutritivos.
Salud
Casi el 30% de los adultos mayores tienen diabetes, una afección que requiere un monitoreo cuidadoso de la ingesta de carbohidratos para mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control.
Además de la diabetes, muchas personas mayores también enfrentan problemas de salud como enfermedades cardíacas y artritis, según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Controlar estas enfermedades también puede conllevar la necesidad de ajustes en la dieta. Por ejemplo, las enfermedades cardíacas a menudo requieren una dieta baja en sodio para controlar la presión arterial, mientras que las personas con artritis pueden beneficiarse de alimentos antiinflamatorios como el pescado graso y las verduras de hoja verde.
Satisfacer estas necesidades nutricionales puede ser un desafío. Factores como la movilidad limitada, la disminución del apetito y los efectos secundarios de los medicamentos pueden dificultar el cumplimiento de una dieta estricta. Además, comprar alimentos ricos en nutrientes a menudo es difícil de costear, especialmente cuando se tiene un ingreso fijo.
Aquí es donde la planificación cuidadosa de las comidas y, posiblemente, recibir orientación de un dietista, pueden marcar una gran diferencia, ayudando a los adultos mayores a obtener los nutrientes que necesitan para controlar sus condiciones de salud de manera efectiva.
Medicamentos
Los medicamentos que se recetan comúnmente a los adultos mayores pueden tener efectos secundarios que dificultan mantener una dieta saludable. Los ejemplos incluyen sequedad de boca, cambios en el apetito y problemas gastrointestinales, todo lo cual puede hacer que comer sea menos agradable o más difícil.
Además, ciertos medicamentos pueden interferir con la absorción de nutrientes, lo que agrava el desafío de mantener una dieta equilibrada. Por ejemplo, los medicamentos para la hipertensión y las enfermedades cardíacas pueden reducir los niveles de potasio, mientras que algunos medicamentos para la diabetes pueden afectar la absorción de vitamina B12.
Como resultado, los adultos mayores deben colaborar estrechamente con los proveedores de atención médica para administrar su dieta y asegurarse de recibir una nutrición adecuada.
Ingresos
Más de 17 millones de adultos mayores estadounidenses carecen de estabilidad financiera y muchos viven con ingresos limitados. Las preocupaciones presupuestarias pueden representar una barrera importante para acceder a una variedad de alimentos saludables para muchos adultos mayores y llevarlos a elegir alimentos más baratos aunque poco nutritivos.
Además, el costo de la atención médica y los medicamentos puede tensar aún más un presupuesto ya ajustado, dejando aún menos dinero disponible para comprar alimentos nutritivos. Para muchas personas mayores, tener que elegir entre comprar medicamentos o comida saludable es una dura realidad.
Sentido del olfato y del gusto
Según los Institutos Nacionales de la Salud, en los EE. UU. casi una cuarta parte (el 23%) de las personas mayores de 40 años reportan algún cambio en su sentido del olfato. Al llegar a los 80 años, este porcentaje aumenta al 32%.
Del mismo modo, casi una de cada 5 personas (el 19%) mayores de 40 años reporta un cambio en su sentido del gusto y la prevalencia aumenta al 27% para las personas de 80 años o más, según la misma fuente.
Seamos realistas: cuando la comida saludable no sabe bien, no nos gusta comerla. Este deterioro sensorial puede provocar una falta de interés en la alimentación, lo que contribuye a las deficiencias nutricionales.
Problemas para masticar o tragar
Morder una zanahoria o una manzana cuando tienes caries dental sin atender puede ser traumático. Lamentablemente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que algunos adultos mayores tienen el doble de probabilidades que otros de tener caries. Algunos adultos mayores también pueden experimentar problemas para tragar.
Estas dificultades pueden llevar a las personas mayores a evitar alimentos difíciles de comer pero nutritivos como frutas, verduras y carnes magras.
Seis recomendaciones para que los adultos mayores coman de forma más saludable
Ahora que ya conoces algunos de los desafíos nutricionales más comunes que enfrentan los adultos mayores, hablemos de algunas maneras infalibles de comer más saludable.
1. Recuerda que debes tomar agua
Beber suficientes líquidos todos los días es esencial para tu bienestar, especialmente a medida que envejeces. Según la Clínica Mayo, los adultos mayores deben tratar de beber al menos dos litros de agua al día, aunque las necesidades individuales pueden variar según factores como el nivel de actividad y las condiciones de salud. También puedes aumentar tu consumo de agua al incluir tés de hierbas o agua infusionada con rebanadas de frutas para hacer tu hidratación más interesante y sabrosa.
Mantener una buena hidratación ayuda a que tu cuerpo funcione sin problemas, desde la digestión hasta la regulación de la temperatura. También puede prevenir problemas comunes como la confusión relacionada con la deshidratación y el estreñimiento.
2. Enfócate en una dieta equilibrada
Una dieta equilibrada favorece los niveles de energía, la función inmunológica y más. La Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard recomienda incluir en tu dieta una combinación variada y equilibrada de frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras.
Como adulto mayor, también es aconsejable consultar a un médico para ver si necesitas vitaminas y minerales adicionales. Tu proveedor de atención médica puede completar un perfil de salud completo y ayudarte a identificar los suplementos que podrías necesitar.
3. Consigue suficientes proteínas
Incorporar alimentos ricos en proteínas en tu dieta es esencial para mantener la salud muscular a medida que envejeces. Las proteínas contribuyen al mantenimiento y la reparación muscular, lo que te ayuda a mantener la movilidad y la fuerza.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento ofrece excelentes sugerencias sobre cómo incorporar más proteínas a tu dieta diaria. Sugiere incluir fuentes como carnes magras, pescado, legumbres y huevo en tus comidas.
Si se te dificulta masticar, considera opciones más blandas como yogur, requesón o licuados de proteínas.
4. Incluye alimentos ricos en fibra
¿Quieres mejorar tu digestión a medida que envejeces? Enfócate en agregar alimentos ricos en fibra a tu dieta. Las Pautas alimentarias para estadounidenses recomiendan que los adultos mayores consuman al menos de 25 a 30 gramos de fibra por día.
Los alimentos como la avena, las frutas del bosque y las verduras de hoja verde son excelentes fuentes de fibra que ayudan a mantener el sistema digestivo funcionando sin problemas, regulan los niveles de azúcar en la sangre y reducen el colesterol. Otros alimentos ricos en fibra son las legumbres, las lentejas, las manzanas, las peras y los granos enteros como el arroz integral y la quinoa.
5. Mejora el disfrute de las comidas
Nadie dijo que comer sano tiene que ser aburrido o poco delicioso. Cuando cocines, considera agregar hierbas y especias para darle sabor a tus platos. También puedes consultar tu libro de cocina favorito y seguir una receta. Solo omite ciertos ingredientes (como el azúcar y la sal) si representan un riesgo para tu salud.
Recuerda que también puedes pedir comida con entrega a domicilio en tus restaurantes favoritos. Con la app de Uber, puedes recibir entregas puerta a puerta en restaurantes, farmacias y súper.
6. Adaptarse a los cambios en el gusto y el olfato
A medida que envejeces, tus sentidos del gusto y el olfato pueden cambiar. Eso podría cambiar la forma en que experimentas el sabor de la comida, pero no significa que no puedas encontrar nuevas formas de disfrutarla.
Por ejemplo, no es necesario prestar atención al sabor de la comida: puedes enfocarte en las personas con las que estás comiendo. Considera invitar a familiares y amigos para que consumir tus alimentos sea una experiencia más agradable.
Asegúrate de consultar a tu médico antes de cambiar tu rutina
Antes de hacer cualquier cambio importante en tu dieta, siempre es buena idea consultar con tu proveedor de atención médica. Puede brindarte asesoramiento personalizado que tome en cuenta tu situación de salud única y cualquier tratamiento que estés recibiendo en ese momento. De esta manera, procuras que tus nuevas opciones dietéticas no interfieran con tus medicamentos ni empeoren las afecciones crónicas que puedas tener.
Además, tu proveedor de atención médica puede ayudarte a elaborar un plan de alimentación completo y nutritivo que funcione de manera coordinada con tus tratamientos médicos. También puede supervisar tu progreso y hacer ajustes según sea necesario para ayudarte a alcanzar tus objetivos de salud.
Prioriza tu bienestar con Uber Health
Entrar en los años más avanzados de la vida puede plantear algunos desafíos, pero eso no significa que tu salud deba verse afectada.
En Uber Health, es parte de nuestra misión ayudar a los adultos mayores a acceder a alimentos saludables que se ajusten a las sugerencias que tu equipo médico te proporciona. Por eso, ofrecemos entregas directas de productos del súper y artículos de venta libre. También hacemos que sea más económico al aceptar flex cards en la app de Uber. Conoce más sobre Uber Health.
Estos artículos se proporcionan solo con fines informativos y no constituyen asesoramiento médico ni servicios profesionales. La información proporcionada no debe usarse para diagnosticar o tratar un problema de salud o enfermedad, y quienes buscan asesoramiento médico personal deben consultar con un médico especializado. Siempre consulta con tu médico u otro proveedor de salud calificado sobre cualquier condición médica. Si crees que tienes una emergencia médica, llama a tu médico o marca al 911 de inmediato. Estos artículos no establecen ninguna relación médico-paciente. Ni Uber ni su personal, ni quien haya colaborado en estos artículos, hacen declaraciones, ya sean explícitas o implícitas, sobre la información proporcionada aquí o su uso.
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